Apuestas deportivas: ¿impulsan o destruyen el deporte?
Este episodio es presentado por Cubic
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El episodio de esta semana es uno que me pidieron ya varias veces y pone sobre la mesa las dos caras de una moneda tan controversial como son las apuestas en el deporte. ¿Impulsa o destruye?
¡Que lo disfrutes!
Estar sentado en el Coliseo Romano viendo cómo un ser humano luchaba por su vida contra otro o, incluso, contra algún animal salvaje, no era suficiente. Había que ponerle sabor, y fue por ello que tuvieron lugar las primeras apuestas deportivas en la historia, para poder ganar (o perder mucho) dinero sobre la vida de gladiadores que luchaban frente a cientos de personas en la antigua Roma, o atletas en Grecia que, aunque no arriesgaban el pellejo, si llevaban al límite las capacidades de su cuerpo. Y, a ello, pues había que meterle lana.
Cientos de años han pasado, y la necesidad de agregarle al deporte un componente adicional de riesgo y especulación ha hecho que se construya detrás una industria exorbitantemente grande, tanto legal como ilegal.
Apostando en carreras de caballos, principalmente, nacieron las primeras casas legales de apuestas a inicios del siglo XX. La mayoría floreciendo como un establecimiento legal después de haber arrancado con una operación ilegal o semi legal, como es el caso de William Hill quien hizo sus pininos en este mundo como bookie bajo el agua, para después crear en 1934 una de las empresas más grandes e importantes de la industria y que, hasta la fecha, sigue en operación.
Como todo en la vida, la industria ha evolucionado de manera extraordinaria con el pasar del tiempo, pero ha sido en los últimos 25 años que, gracias al internet, ha podido convertirse en un producto muy distinto, uno más democrático, más asequible, y más divertido, pero lo más interesante aquí es que la percepción del mismo ha dado un giro de 180 grados. Pensemos en la dinámica de apostar en los años 40 o 50. Al menos a mí, me viene a la mente un señor de unos 50 años de edad que, después de trabajar, se acerca discretamente a la casa de apuestas para arriesgar lo que acaba de ganar, para después llegar a casa y ocultarle a su familia lo que acaba de hacer. Shady.
Hoy, el panorama es simplemente distinto. Según un reporte de Whistle, 6 de cada 10 millenials y centennials, consideran emocionante a alguien que apuesta en deportes y, si le damos doble click, vemos que la generación z (o centennials) es un 13% más abierta a hablar de una apuesta perdida que los millenials, y es que es esta nueva apertura lo que ha permitido que las apuestas deportivas se vuelvan mainstream.
De hecho, las nuevas generaciones han hecho que apostar pase de ser un pecado a ser percibido como una divisa social o, incluso, como lo piensa el 76% de los apostadores jóvenes, una forma de emprendimiento.
El lado bonito
Aún sin tener acciones (y voz) en un equipo profesional, el tener una parte de tu patrimonio, del tamaño que sea, en riesgo a favor de un equipo o un atleta te hace partícipe de su resultado y crea una relación de accountability mucho mayor que sólo viendo la competencia por televisión. Eso tiene un impacto directo en el crecimiento de la base de fanáticos de cualquier deporte y, por tanto, del de todos sus involucrad@s.
Toda moneda tiene dos caras, y estos son los 4 principales elementos que impactan positivamente a la industria deportiva en general:
Fan engagement
Se estima que el 70% de las personas que apuestan en deportes cada semana ven el partido completo, comparado con sólo un 48% de quienes no apuestan. En la era de la inmediatez y del contenido de corta duración, esto es oxígeno para las televisoras y las ligas.
Por otro lado, la innovación en el desarrollo de aplicaciones y plataformas de información y estadísticas en tiempo real, han hecho que su interacción con los deportes y ligas en los que apuestan sea mucho mayor.
Crecimiento de audiencia
La asistencia a eventos deportivos en vivo y la audiencia a través de televisión e internet ha crecido significativamente en los últimos años. Según un estudio de la American Gaming Association, el 44% de los apostadores estadounidenses informaron que están más interesados en los eventos deportivos debido a las apuestas.
Patrocinios y mayor inversión
Tan solo en futbol, los ingresos por patrocinios de empresas de apuestas crecieron un 212% entre 2005 y 2019 a nivel mundial. Un ejemplo en México es Caliente que patrocina a 25 equipos de la Liga MX y la Liga Expansión, además de los patrocinios que tiene en beisbol, tenis, atletismo y box.
Hoy por hoy, las casas de apuestas se han convertido en un objetivo prioritario de los equipos, eventos y propiedades deportivas que buscan patrocinadores.
Promoción cruzada entre deportes
Si los equipos o los atletas no son suficientes para convertir a un fanático, las apuestas quizás lo logren, y es que en una encuesta hecha por Whistle, el 78% de los apostadores dijeron que el hecho de poder apostar en un deporte aumentaba la probabilidad de convertirse en fanátic@ del mismo, mientras que el 51% de los centennials apuestan en deportes que anteriormente no seguían.
Es decir, las apuestas se han convertido en una parte elemental de la industria deportiva pero no dejan de ser un manjar con espinas con el que se tiene que tener mucho cuidado.
El lado (no tan) bonito
Si los marcianos nos vieran, probablemente se burlarían por cómo los humanos creemos siempre que podemos vencer al sistema dándole la vuelta y tomando el camino corto.
Y es que, probablemente, la peor palabra con la que se puede relacionar a este delicado tema es la de “juego”. Eso ha engañado a much@s.
Son 2 los principales elementos que impactan negativamente a las apuestas deportivas, y las hacen un tema serio de discusión y debate:
Salud mental
Definitivamente el problema más delicado es el de la ludopatía, enfermedad de la cual según la OMS entre un 0.1% y 5% de la población adulta mundial sufre, siendo las apuestas deportivas una de las principales causas de este trastorno patológico.
No sólo se trata de un juego.
Trampas
Si el resultado de una apuesta es la consecuencia de un suceso deportivo, hay gente que quiere cambiar la fórmula y hacer del suceso deportivo la causa del resultado de la apuesta. O sea, en vez de ver qué huevo pone la gallina, ir directo con la gallina y alterar el huevo.
Tan solo en 2019, según el Sistema de Detección Temprana de Amenazas de la FIFA, fueron 500 los partidos de futbol en los que hubo sospecha sobre un posible amaño.
Un principio actitudinal de apostar es el de creer que podemos hacer mucho dinero de manera rápida y fácil y, aunque las matemáticas dicen lo contrario, hay personas que deciden no seguir esas reglas e inventar las propias, hasta que alguien los cacha.
Una locomotora billonaria
Los avances tecnológicos que abonan a una mucho mejor experiencia de usuario, la legalización de las apuestas deportivas en cada vez más estados y países, y la creciente popularidad del deporte en general, han hecho que la industria se convierta en una locomotora corriendo a mil por hora. Apenas en 2020, el mercado de las apuestas deportivas estaba valuado en $85 mil millones de dólares, y se espera que llegue a valer $155 mil millones en 2024. Es decir, casi se duplicaría en sólo 4 años.
Queda claro que la industria no va a ir a ningún lado que no sea hacia arriba, al menos, por lo siguientes 10 o 15 años, y así como varios jugadores, hoy clave, nacieron en los últimos años, habrá que ver qué nuevos huecos en el mercado son aprovechados por nuevas empresas que introduzcan mejores formas de apostar.
Esto apenas empieza.
La opinión de Desde Vestidores
Creo que hay dos tipos de elementos económicos que impactan a la industria deportiva, los que le agregan o restan valor comercial y, los que de plano dictan y alteran el potencial comercial de la misma. Las apuestas, en mi opinión, pertenecen al segundo tipo. No están en la periferia, están en el centro.
No sé si me pase de purista pero, aunque es responsabilidad de cada quien la participación responsable en estas dinámicas, para que la industria florezca aún más, creo que debe haber un compromiso de las empresas y las ligas deportivas para cuidar el mensaje que se comparta. Entre más siga mejorando la percepción que hay de las apuestas, más crecerá el mercado, así de sencillo.
Lo más delicado aquí es que los atletas e incluso los equipos, se mantengan lo más alejados posible, y que sean sólo los protagonistas de los resultados y no quienes quieren beneficiarse de los mismos. Ahí se rompería toda la esencia.
Me emociona conocer las soluciones innovadoras que aún no se inventan pero que, buscando una mejor experiencia del fan, lleguen a sacudir el mercado. La tecnología ya está lista para ser aprovechada.
Hasta aquí la dejamos por hoy.
¡Muchas gracias y nos vemos la siguiente!