¿Cómo se ha transformado la manera en que consumimos el deporte?
De escuchar partidos en la radio, a poder convivir con Messi en su casa
Hace 112 años, en un pequeño poblado de Estados Unidos sucedió algo que, aunque hoy sería increíblemente aburrido, en ese entonces representaba una gran oportunidad. Con ello daba inicio lo que hoy, más que una industria multimillonaria, es de las principales herramientas de construcción de ánimo social que hay en el mundo.
Era 1911, apenas un año antes de que se hundiera el Titanic, y cerca de mil personas se reunieron en Lawrence, Kansas, para ser partícipes de un experimento. A algunos cientos de kilómetros de distancia, en Columbia, Missouri se llevaba a cabo el partido de futbol americano entre los equipos de ambos estados y, hasta ese momento, la única manera de vivir el encuentro era estando físicamente en el estadio. Pero afortunadamente hay muchos seres humanos que, rayando en la terquedad, hacen de un obstáculo un objetivo, así que decidieron encontrar la manera de transmitir el partido para que los fanáticos que se encontraban en otro estado pudieran vivir la pasión del encuentro, y así fue.
Western Union instaló un cable de telégrafo desde el estadio, por medio del cual un grupo de personas que se encontraba ahí enviaba mensajes narrando lo que acababa de suceder al terminar cada jugada, utilizando un campo de futbol a escala para mapear la acción. La gente en Kansas lo recibía y anunciaba en voz alta para que se enteraran los ahí reunidos, haciendo de ésta la primera transmisión deportiva en la historia.
A partir de ese momento, el medio empezó a evolucionar, pasando a transmisiones radiofónicas que obligaban a la familia o grupo de amigos a reunirse alrededor de un radio y escuchar la acción del encuentro deportivo complementando con su imaginación lo que creían que pasaba en el terreno de juego.
Si pausamos un momento, nos podemos dar cuenta que debió haber sido una experiencia increíble, íntima y 100% personalizada por la propia imaginación (soy muy cursi, get used to it), pero bueno, luego en la Feria Mundial de Nueva York en 1939 se lanzaría un aparato cuadrado con una pantalla cóncava que permitiría ver las imágenes que antes sólo existían en la imaginación. Había llegado la T.V. y se estrenaba con un partido de beisbol entre los Columbia Lions y los Princeton Tigers como el primer evento deportivo televisado en la historia.
Llegó la próspera década de los 50s, y luego la televisión a color en los 60s y la cantidad de eventos televisados y de personas viéndolos creció exponencialmente. Pero otro importante suceso vendría para potenciar el crecimiento de las transmisiones televisivas del deporte y, por qué no decirlo, del deporte mismo.
La capital mundial del deporte
En 1978, un oftalmólogo interesado en hacer carrera en el mundo del deporte y la televisión, de nombre Ed Eagan, buscó al director de comunicaciones del equipo de hockey sobre hielo, New England Whalers, llamado Bill Rasmussen, para proponerle hacer un canal por cable en el que sólo se hablara del equipo y sus resultados. A Bill le gustaba la idea pero estaba muy ocupado, hasta que un buen (o mal) día fue despedido del equipo. Al día siguiente, y con el coraje que caracteriza a un emprendedor motivado, invitó a su hijo al equipo, llamó a Ed, y aunque en ese momento menos del 20% de las casas tenían acceso a televisión por cable, fundaron un canal que no sólo transmitiría los juegos de los Whalers sino de todos los equipos del estado de Connecticut. El canal llevaría el nombre de Entertainment & Sports Programming Network, o para los cuates, ESPN.
Los Rasmussen junto con su socio Ed Eagan, empezaron entonces a hablar con distintas compañías cableras para convencerles de incluir su canal en la oferta. Su pitch era el de llevar contenido deportivo sobre los equipos locales a cada rincón de Connecticut, pero se dieron cuenta que había una nueva tecnología por medio de la cual ya se empezaba a transmitir televisión, la satelital, y que usando este medio podrían no sólo disminuir sus costos sino llegar a cada rincón del país, por lo que decidieron dar un salto enorme y apostar, ahora, por transmitir contenido de todos los deportes, en todos los estados del país, las 24 horas del día. Con esto fundaban la capital del contenido deportivo en una época en la que los deportes ocupaban sólo un segmento de los distintos programas que existían. Tremendo el impacto que esto tendría.
Entendiendo el negocio
Desde ese momento, la adopción de parte del mercado fue inmensa y el ritmo de crecimiento e innovación fue muy rápido. Poco tiempo después, en la década de los 80, inició la rentable era del Pay Per View donde el boxeo fue el deporte más atractivo para este modelo de negocios on demand gracias al cual la compañías cableras (y los boxeadores) hacían mucho dinero pero que permitía también al televidente elegir el contenido por el que quería pagar.
Durante cerca de 40 años, la industria de la televisión fue ampliando su cobertura deportiva y logrando así llevar las historias más inspiradoras del deporte a millones de personas a lo largo del planeta que podían conocer a los mejores atletas, adoptar y seguir a sus equipos preferidos y, mejor aún, sentirse motivados de practicar un deporte para emular a las figuras que veían en la pantalla. ¿Cuántos grandes atletas de los últimos años habrán decidido dedicarse al deporte por la influencia que la televisión tuvo en ell@s?
A lo largo de este tiempo, las cableras crecieron su poder y rentabilidad, impactando también a las ligas y eventos deportivos quienes se benefician al vender sus derechos de transmisión a estas empresas que, históricamente, han pagado muchos millones de dólares por poder llevar su contenido a la pantalla, pero de pronto, la bendita evolución y el acelerado desarrollo de la tecnología dieron un golpe sistémico y transformaron la manera en que el contenido deportivo es entregado, distribuido y disfrutado. Al cliente, lo que pida…
Evolución y obsolescencia
El internet nació en 1983 pero a nadie engañaría si digo que siempre fue igual de útil o práctico. Como toda tecnología, empezó siendo burda y perfectible, pero poco a poco fue mejorando hasta que tuvo la suficiente potencia para poder desplazar a la televisión, y con ello cambiaron dramáticamente los hábitos de consumo. Son cuatro los elementos principales que transformaron el consumo de contenido deportivo:
El auge y democratización del internet
Hoy la velocidad promedio global del internet es de 100 Megabits por segundo, lo que significa que es 6,900 veces más rápida que la que había en 1995.
La popularidad y acceso a smartphones
Existen 6.9 mil millones de smartphones en el mundo, lo que significa que un 86% de la población mundial tiene uno en sus manos
La construcción de plataformas de streaming
Existen más de 200 plataformas de streaming al día de hoy, siendo Netflix la líder del mercado con 232 millones de suscriptores pagados.
La pandemia por COVID-19 (si, algunas cosas buenas nos dejó)
El número de suscriptores a plataformas de streaming se quintuplicó derivado del confinamiento, mientras que una encuesta de Global Web Index mostró que el 46% de los hombres y el 41% de las mujeres en Estados Unidos declararon haber incrementado el tiempo que dedican a redes sociales.
Pudieran ser puntos independientes, o uno consecuencia del otro, pero a final de cuentas representan la razón por la cual pareciera ya no hacer sentido consumir deportes de la misma manera que antes. Hoy en día, es más fácil, más rápido y más barato tener acceso a contenido en vivo de cualquier deporte o incluso a contenido grabado que, on-demand, complementa la experiencia. Y una muestra de ello es que alrededor de 35 millones de casas han cancelado su contrato de televisión por cable.
Más allá de la cancha
Las plataformas como Netflix, Amazon Prime Video, y Paramount+ han pisado el acelerador en la carrera por los ojos de millones de fans deportivos. Por un lado, han invertido varios millones de dólares en la producción de series, documentales y películas sobre deporte y deportistas como el fenómeno logrado con la serie Drive to Survive que, además de nuevos suscriptores para Netflix, convirtió a la Fórmula 1 en el deporte de mayor crecimiento actualmente y, por el otro, han firmado contratos por los derechos de transmisión de eventos en vivo como los $10 mil millones de dólares que Prime Video pagó a la NFL para transmitir el Thursday Night Football por los siguientes 10 años, o el contrato de Paramount+ para ser la casa de la Champions League.
Hoy en día, el deporte no sólo se disfruta viendo lo que sucede en la cancha sino fuera de ella, tras bambalinas (nuevamente, el ejemplo de Netflix con Drive to Survive o Break Point), y es que a los seres humanos nos gusta tener contacto con otros seres humanos, lo aceptemos o no, y poder tener dicho contacto con nuestr@s deportistas favorti@s era casi imposible, hasta ahora.
Y, ¿hacia dónde van los hábitos de consumo de contenido deportivo?
Un dato que nos hace pensar es que el 26% de los fans de la MLS consumieron más de 3 horas de contenido deportivo por semana que NO era de partidos en vivo y lo mismo pasó con el 18% de los fans de la NBA y el 15% de la MLB. Es decir, las transmisiones de partidos están perdiendo atención, misma que están ganando otros formatos más prácticos y más cercanos.
¿Por qué un joven de 18 años va a sentarse a ver 90 minutos de un partido de Paris St. Germain si puede, vía Instagram, conocer lo que sucedió en el juego viendo los highlights del mismo en clips de 1 minuto y enterarse de lo verdaderamente relevante o, incluso, ver a Messi dentro de su propia casa conviviendo con su familia o seguirlo a un viaje?
Aún es muy temprano para saber con certeza cómo se irá transformando la experiencia de vivir el deporte, pero algo es seguro y es que no se parecerá en nada a lo que vivimos hoy. Eso si, la palabra clave será: acceso.
Continuará…
La opinión de Desde Vestidores
Vivimos una época muy interesante y emocionante en la que los cambios tecnológicos se dan más seguido, son más grandes, e impactan más nuestra manera de vivir. Como siempre lo digo, el deporte es una de las mejores herramientas de desarrollo social, así que el hecho de que la experiencia de vivirlo se potencie, no hará mas que beneficiarnos como sociedad.
El mensaje del deporte es muy poderoso, pero es necesario amplificarlo cada vez más y es ahí donde entran los medios de comunicación como la televisión o, ahora, las redes sociales. La audiencia ya NO va a buscar el contenido teniendo que pagar lo que le cobren, ahora el contenido debe ir a buscar a la audiencia y entregarle lo que busca de la manera más barata posible. La sobre oferta de información en medio de la cual vivimos nos ha hecho perder tiempo de atención a una misma cosa y eso no es sólo un mal del que sufren los “jóvenes de ahora” como dirían las abuelitas, nos pasa a todos. Así que el contenido debe evolucionar y ajustarse a nuestra nueva realidad.
Y lo más emocionante apenas viene.
El crecimiento de tecnologías de Realidad Virtual y Realidad Aumentada, junto con el desarrollo de la red 5G me hacen pensar que muy pronto podremos estar viviendo, por ejemplo, un encuentro de nuestro equipo favorito desde la perspectiva del entrenador o uno de los jugadores en el campo y vivir la experiencia de estar ahí, junto a ellos. O, por ejemplo, poder convivir con nuestr@ atlet@ favorit@ como si estuviéramos en el mismo cuarto, pero desde la comodidad de nuestra casa, a bajo costo y sólo utilizando unos lentes especiales. En fin, las posibilidades son infinitas y si me sigo esto se vuelve eterno.
Hasta aquí la dejemos por hoy.
¡Muchas gracias y que tengas un excelente día!