Los árabes y su plan para adueñarse (ahora) del tenis mundial
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Si lees este artículo podrás responder las siguientes preguntas:
¿Por qué la estructura administrativa actual del tenis es confusa y deficiente?
¿Cuáles son los principales cambios que se pretenden instaurar en el tenis?
¿Quiénes son los principales perdedores en cualquiera de los escenarios propuestos?
¿Qué retos enfrenta la propuesta del PIF?
¿Cual es ya la participación de Arabia Saudita en el tenis mundial?
Ahora si…
El tenis es, sin duda, uno de los deportes más bonitos y completos que existen, pero también uno de los más confusos, y no me refiero tanto a la manera de llevar el marcador o a las reglas que aplican en un torneo pero en otros no, sino al desorden administrativo bajo el que vive, mismo que ha mermado la capacidad de generar dinero, y amenazado también su propia supervivencia.
En una era de consolidación en la industria en la que varias ligas concentran la estrategia comercial o la negociación de sus derechos de TV, el tenis cuenta no con uno, ni con dos, sino con 7 órganos reguladores distintos e independientes:
ATP (circuito profesional varonil)
WTA (circuito profesional femenil)
ITF (Federación Internacional de Tenis)
Wimbledon (Grand Slam)
US Open (Grand Slam)
Roland Garros (Grand Slam)
Australian Open (Grand Slam)
Cada uno tiene su propio consejo de administración, sus propias reglas, su propio calendario y su propio inventario comercial, convirtiendo al tenis en un accidental ejemplo de una relación en la que existe, como Michael Porter lo llamaba, “buyer power”, diluyendo su poder para cederlo a los medios y anunciantes.
Lo anterior se suma a un muy complicado calendario de torneos que, con distintos niveles de eventos (repartiendo cantidades diferentes de puntos y dinero), hacen al tenis uno de los deportes más extenuantes y caros para jugar siendo que tiene la temporada más larga de todos (45 semanas de las 52 que hay en el año) y se juega en 30 países diferentes.
Muy distinto a las 18 semanas que dura la temporada de la NFL…
En este pulverizado festival de torneos como grandes negocios, los últimos en ser considerados han sido históricamente las y los jugadores, cuestión que han decidido aprovechar los árabes para invertir en un deporte que está urgido de disrupción. Y, como sabemos, no sería la primera vez que lo hacen.
¿Un nuevo tour mundial que elimine al tenis como lo conocemos?
Desde hace meses, se filtró el interés de las autoridades del Public Investment Fund (PIF) de Arabia Saudita por invertir en el tenis mundial con el objetivo de generar una sola entidad mundial que una a hombres y mujeres, que maximice el potencial comercial del mismo y que entregue a los atletas una liga más comprimida, con mayor tiempo para descansar, y con un ingreso asegurado.
Esto prendió las alarmas de las autoridades de los 4 Grand Slams y ganó el apoyo de la mayoría de tenistas, así que buscando anticiparse a una posible crisis tipo PGA, los directores de los 4 “majors” se unieron para formar el Premium Tour, un circuito en el que estos torneos se unen a los de categoría 1000, tanto de hombres como de mujeres, para formar una sola liga en la que participen los mejores tenistas, negociando un mismo paquete de derechos de TV y de patrocinios, dejando a la ATP y WTA como circuitos meramente de desarrollo encargados de los torneos de menor nivel.
¿Por qué hasta ahora? ¿Por qué sólo cuando existe una amenaza externa? En fin, sigamos…
La propuesta había ganado mucho apoyo y parecía ser un hecho, hasta que hace unos días se conoció la verdad detrás del estratégico silencio de la ATP y WTA.
El PIF puso sobre la mesa una oferta de $2 mil millones de dólares para unir a la ATP y WTA en un solo circuito llamado PIF Tour, cuyo comisionado sería Andrea Gaudenzi (actual chairman de la ATP), y que dejaría fuera a los 4 Grand Slams para jugar entre 10 y 14 torneos por año, incluyendo un nuevo Masters 1000 en Arabia Saudita. El nuevo circuito se parecería mucho a cómo opera la Fórmula 1, y contemplaría lo siguiente:
Centralización de los derechos de TV
Unificación del inventario comercial
Participación de los 100 mejores tenistas con ingreso garantizado
Equidad de ingresos entre hombres y mujeres
225 de vacaciones (vs. 49 días en el esquema actual) para los tenistas
Se especula que la oferta tiene una vigencia de 90 días, razón por la cual Andrea Gaudenzi ha iniciado pláticas con los dueños de los torneos categoría 1000 para tomar una decisión en Madrid en Mayo próximo.
Pero esperen. No todo es tan sencillo.
La propuesta enfrenta algunos retos que pudieran tirarlo todo:
Disparidad entre ATP y WTA- Unificar la oferta comercial y comercializar los derechos de TV de manera consolidada será un tema de debate ya que la ATP genera casi el triple de ingresos ($302 millones de dólares en 2022 vs. la WTA con $114 millones).
Devaluación de torneos 500 y 250- Entre la rama varonil y la femenil, existen 91 torneos categoría 500 y 250 en el mundo, cuyos valores van desde los $5 hasta los $50 millones de dólares, mismo que bajaría dramáticamente bajo esta propuesta al convertirse en eventos de desarrollo en los que no participan las máximas figuras (imagínate un Abierto Mexicano de Tenis en el que el mejor jugador es el #100 del mundo).
Mala reputación de Arabia Saudita- Figuras como Chris Evert, Martina Navratilova y John McEnroe se han pronunciado en contra de la propuesta argumentando, entre otras cosas, la falta de respeto a los derechos humanos que caracteriza a Arabia Saudita. Temen que el PIF llegue a explotar el deporte y cubrir sus crímenes.
Habrá que ver el avance que tengan las negociaciones, pero si algo poderoso tiene la propuesta es que, por primera vez, se toman en cuenta las necesidades y exigencias de los jugadores de una manera en que resulta atractivo también como negocio para quien invierte (y Kirgios lo ha defendido muy bien…)
Mientras tanto, el PIF ha metido un pie y medio en el deporte siendo la sede de las Next Gen Finals, las WTA Finals (por confirmarse), un nuevo Masters 1000 (por confirmarse), varias exhibiciones de alto nivel, patrocinando a la ATP, y teniendo como embajador a una de las máximas figuras en la historia del tenis.
Parece que la batalla por el tenis mundial entre los Grand Slams y el PIF tiene un virtual ganador.
Vamos a ver.
La opinión de Playbook
Hay pocas cosas tan favorables para la humanidad como la competencia. Nos obliga a ser mejores.
Quiero dejar a un lado la infame relación de Arabia Saudita con los derechos humanos, sólo por un momento, para analizar este tema desde la perspectiva de negocios. El PIF está siendo ese competidor que está sacando de su zona de confort a las más grandes ligas deportivas en el mundo y es por dos sencillas razones: ha logrado identificar las mejoras necesarias, y tiene el dinero para ejecutar sus ideas y convencer a los principales involucrados.
Creo que sería negativo para el mundo del deporte que existiera una realidad en la que Arabia Saudita fuera quien manda a través del capital. No debemos llegar allá.
Pero me da mucho gusto que esté agitando las formas de operar de quienes rigen el deporte. Al final, todos vamos a ganar.
Y tú, ¿qué opinas?
Gracias por estos 5 minutos, ¡nos vemos la próxima!